Lancha Pesquera por Carlos Gomez

LANCHA PESQUERA – PUERTO DE MAR DEL PLATA

 1.       BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ACTIVIDAD EN EL PUERTO DE MAR DEL PLATA

La afluencia de inmigrantes que se produjo entre los años 1880 y 1930, trajo al país a más de seis millones de personas, la mayoría de ellos desde España e Italia. Entre estos últimos, hubo quienes se dedicaron a tareas rurales, algunos en el interior de la provincia de Buenos Aires o en otros puntos del país. Más tarde llegaron los italianos del sur, que eran marineros y algunos pescadores, inicialmente se radicaron a la vera del Riachuelo y de allí comenzaron la pesca en el río.

Hacia fines del Siglo XIX Mar del Planta comienza a tomar auge turístico y eso lleva a que el consumo de pescado también se incremente por la demanda que ello provocaba. Esos primeros pescadores utilizaban redes e ingresaban al mar frete a la playa Bristol utilizando caballos, otros lo hacían en botes de remos.

De esta forma la actividad fue creciendo y se incrementó la población dedicada a la misma, lo cual llevó a que en las décadas iniciales del Siglo XX se moviera la misma hacia el denominado barrio de pescaderos, inicio del puerto, que fue creciendo con obras, incluyendo caminos y el ferrocarril. El 9 de octubre de 1922 se procedió a la inauguración oficial del puerto, con la asistencia del presidente Alvear y el mismo año Juan Deyacobbi se hizo cargo de la fábrica de hielo “Frigorífico del Puerto”, instalada en un terreno cedido a tal efecto por la Nación y también nacen las primeras elaboradoras de pescado envasado.

Con inicio de la segunda guerra mundial en el año 1939 se produce una elevada demanda de hígados de tiburón para la extracción de Vitamina A que se proporcionaba como alimento a los soldados. Esto marca un fuerte incremento de la actividad, la pesca del tiburón.

Cuando los pescadores advirtieron las posibles ganancias que se obtenían con la nueva industria, debieron equiparse para la misma. Hasta ese momento, los navíos de pesca que habían utilizado eran los que cada grupo de inmigrantes había conocido en su sitio natal y que se fue adecuando a nuestro mar. Así los del Adriático trajeron las redes de rastreo, los del Jónico las nasas y los del Tirreno la 'lampara'. Con el tiempo se fueron adaptando cada vez más a la pesca local y se le incorporaron variantes, así como nuevos materiales para su confección. Al hilado de algodón siguió el de nylon y a los flotadores de corcho los de vidrio y más tarde los plásticos. Pero para la pesca del tiburón se necesitaba otra cosa. Eran necesarios anzuelos que se encarnaban con merluza o magrú en largos espineles que se llevaban a bordo en unos canastos especiales. Este sistema fue conocido como “palangres”, palabra derivada del término latino ‘poli angros’ (muchos anzuelos). Cuando la pesca se fue incrementando, se cambiaron los espineles por redes, llamadas de “enmalle” que no necesitaban carnada, pero si una mayor inversión y una adaptación en las embarcaciones.

Un grupo de personas en un barco en el agua

 Banquina de Pescadores en el Puerto de Mar del Plata

2.       LAS LANCHAS AMARILLAS

El 29 de agosto de 1946, un temporal de lluvia y vientos del oeste y sudoeste con velocidades de hasta 100 km por hora. Cinco lanchas se hundieron. Murieron 31 pescadores y sólo unos pocos cuerpos aparecieron días más tarde en distantes puntos de la costa bonaerense. Ha sido la peor tragedia pesquera en la historia de Mar del Plata.

Esto llevó a establecer una norma de colores, las lanchas debían ser de color amarillo o bien anaranjado o rojo, porque eso facilitaría su localización en caso de tormentas como la mencionada. De allí el color que las distingue en la actualidad.

Las tradicionales lanchas amarillas, reconocidas por su característico color, son una nave cuya eslora se sitúa entre los 9 y los 15 metros, con una manga de entre 4 y 6 metros y una propulsión a motor con potencias de entre los 100 30 HP. No poseen cubierta corrida y, por ende, tampoco bodega. Inicialmente esta nave era de color blanco, lo que provocó muchos problemas pues no se podía ver claramente desde la costa. Se perdieron barcos enteros con tripulaciones, muchos de los cuales nunca fueron encontrados.
Como dato de color se destaca que la mayoría de estas embarcaciones tiene nombre de mujer o alguna denominación vinculada a la religión. Se cree que mientras los nombres de mujer honraban a las esposas, hijas y amantes de los pescadores, los de tinte religioso eran un modo de pedir ayuda a Dios para tener buena pesca y llegar sanos y salvos a sus casas.

Amarillo: son las embarcaciones de pesca más pequeñas, dedicadas a la pesca costera. Suelen salir a la madrugada y volver a las primeras horas de la tarde. Su tripulación se compone de 5 a 7 tripulantes y se dedican a la pesca de mariscos, besugo, corvina, pejerrey, trilla, anchoíta, etc.
Amarillo y rojo: los denominados barcos de media altura permanecen navegando entre 75 y 100 horas, se alejan de la costa hasta 160 kilómetros y su tripulación es de 8 a 10 personas. Pescan besugo, salmón, merluza y bonito.

Rojo: los barcos de altura permanecen navegando entre una y dos semanas y su tripulación es de 10 a 12 personas. Pescan atún, calamar, centolla y merluza.

 Según los datos recabados la flota de “lanchas amarillas” llegó a alcanzar un número de 180 unidades, en la actualidad sólo se tienen una veintena operativas, parte de las cuales se corrieron a desarrollar sus actividades en la Bahía de Sanboronbom.

3.       EL MODELO

El modelo fue desarrollado sobre la base de planos provistos por la Asociación Amigos del Modelismo naval, si bien no estaba mencionado expresamente estos planos fueron desarrollado con una escala 1:50 aproximadamente. A fin de lograr un modelo que tuviese mayor grado de detalle se duplicó su tamaño, por lo cual la escala final es 1:25, resultando una lancha de 15 m de eslora y 4,75 m de manga. El resto de los componentes del modelo, por el ejemplo: ancla, hélice propulsora, cajones y demás elementos de trabajo fueron construidos siguiendo los detalles obrantes en el plano, respetando la escala 1:25.

El modelo se lo presenta no en condiciones de trabajo, es decir con las marcas ocasionadas por el uso diario. Se decidió hacerlo como recién salido del astillero, terminado y listo para las operaciones.

3.1.    Casco

La quilla y las cuadernas fueron construidas en Guatambú, partiendo de una tabla de 6 mm de espesor. El forrado del casco se realizó con tracas de 6 mm de ancho y 2 mm de espesor. La cabina, aparejos y demás servicios, baño, se realzaron con varillas de pino al igual que los mástiles. Todo ello fue pintado empleando esmaltes sintéticos (caso) pinturas base agua para el resto de los componentes

A fin de dar un detalle más artesanal, en una versión que escapa de las típicas construcciones actuales, donde hay una mezcla de materiales, principalmente acero y madera, la tapa de regala se la realizó en cedro.

3.2.    Ancla, Hélice Propulsora, Malacate

El ancla y la hélice propulsora se construyeron en Guatambu y luego fueron pintados con pintura base agua, mientras que el malacate para el manejo de las aparejos de izado de redes fue construid en material plástico utilizando una impresora 3 D.

En las fotografías se muestra un detalle de los desarrollos de la hélice y el ancla siguiendo las bases establecidas en el plano de base.

3.3.    Redes

Las redes fueron tejidas a mano con hilo de algodón y la apertura de malla se realizó respetando rango de 4 a 10 cm. Las trampas se las construyó utilizando mallas plásticas de acuerdo con material fotográfico que se relevó en la dársena del puerto de Mar del Plata. Este material se lo utilizó en forma complementaría a los planos base.


 

     
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